Para controlar y eliminar el paludismo (o malaria) es fundamental contar con fármacos antipalúdicos eficaces. Para fundamentar las políticas de tratamiento en los países donde esta enfermedad es endémica, y para garantizar la pronta detección de toda farmacorresistencia y una adecuada respuesta a ella, es preciso ejercer una vigilancia continua de la eficacia de estos medicamentos.